lunes, 23 de enero de 2017

DIARIO DE UN SWITA (la tercera sesión) by Jose A. Valdés, alumno aventajado

Pues sí, queridos lectores: llegó el jueves de la semana pasada y con él, el famoso examen de Microbiología de la Facultad de Farmacia. Y este servidor de ustedes, dicharachero cronista, había de convertirse en dicharachero examinando. Y es que en un examen el dicharacherismo suele perjudicar más que beneficiar.

Pero el examen se acabó y los SWITAs no parábamos. Ese mismo jueves mi equipo volvía al centro a llevar las placas que habían sembrado (¡que no “plantado”, como muy bien dice nuestra querida jefa SWI, Carmina Rodríguez!) los chicos y chicas a partir de sus muestras de suelos.

¿Os acordáis de aquella chica que se temía que su muestra no hubiera tenido crecimiento ninguno? ¡Pues algo de razón tenía! Seis o siete tristes colonias solitarias campaban por su placa menos diluida. Por la más diluida, ni una. Sin embargo, esto fue lo extraño: el resto de las placas de los SWIs eran verdaderos ecosistemas. Y había de todo: colonias preciosas de colores, colonias blanquecinas y cremosas, colonias en tonos rosas y morados, colonias anaranjadas e incluso colonias de aspecto filamentoso.



Y lo mejor de todo es que muchas de ellas ya mostraban inhibición entre sí mismas. Cada vez que encontrábamos alguna colonia que se acercaba a otra hasta ese mágico punto en el que encontraba el impedimento antibiótico desprendido montábamos un jaleo como el que encuentra oro. Fijaos qué alegrías más tontas se lleva uno con el SWI.


Los chicos recontaron las colonias, las describieron y, por último, las aislaron. Esto es: tomaron una pequeñísima parte de aquellas que les parecieron más interesantes, más curiosas e incluso más bonitas y las trasladaron a otra placa virgen. Allí habíamos dispuesto una cuadrícula para ordenarnos bien la mente, que el que tiene la cabeza bien ordenada puede ordenar bien el resto de las cosas.

El próximo día os contaré cómo han crecido las colonias una vez aisladas y cómo las enfrentamos a los famosos microorganismos ESKAPE. Y el grandísimo final será cuando veamos si algunas de las nuestras han conseguido inhibir a los malos. Esto se parece a la película de indios y vaqueros con la que la doctora Rodríguez nos explica cómo no olvidar nunca cómo se ven las bacterias Gram + y las Gram –; pero eso os lo contaré el día que hagamos la tinción de Gram.


Pero no os enfadéis. Os dejo otra anécdota de la doctora Rodríguez: para explicar cómo había que aislar las colonias utilizó a este servidor que les habla como colaborador. Yo hacía de mesa y tenía que sujetar una placa en la que había habido mucho crecimiento. Entonces Carmina señala la placa y dice “como veis, aquí tenéis una placa con bicho”. Y a continuación me señala a mí mismo y dice “y aquí tenéis un bicho con placa”. Microbiología y macrobiología por el mismo precio. Pero qué digo: esto no tiene precio.

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